Fue la primera delegada para la provincia de Córdoba, estuvo a cargo de la creación de las Unidades Básicas. Entre 1949 y 1951,
Es muy poco lo que sabemos de la vida personal de Elsa: tan sólo que era abogada.
Fue la primera delegada censista de Córdoba y llegó a ocupar los cargos de interventora y secretaria de inspecciones del Consejo Superior del PPF.
Elsa tomó el desafío de reemplazar a Leonor Leiva Castro, una cordobesa que había organizado los centros cívicos femeninos con mucho éxito pero, como era la esposa del gobernador, Evita desconfiaba de la influencia que podía ejercer su esposo sobre ella. Evita no quería “caudillas locales” que reprodujeran las lógicas de organización política de los machirulos. Elsa lo entendió rápidamente y eso no le impidió tejer una muy buena relación con Leonor.
Su labor como delegada fue intensa: entre 1949 y 1951, inauguró 400 unidades básicas del Partido Peronista Femenino en la provincia.
Terminó su carrera profesional como Jueza Federal de primera instancia en Ushuaia, Tierra del Fuego.