Nació el 10 de mayo de 1920 en Alberdi, Provincia de Buenos Aires. Cuando tenía 4 años, su familia se mudó a la Capital Federal debido al traslado laboral de su padre, que era ferroviario de la antigua Línea Pacífico (actualmente Línea San Martín). Su madre era ama de casa. Uno de sus hermanos, a quién Magdalena describía como “muy peronista”, llegó a ser cónsul en Bolivia.
En el año 1937, Magdalena comenzó a trabajar en la superintendencia de la Unidad Telefónica y, en el año 1943, ingresó al Ministerio de Hacienda. Allí conoció a Delia Parodi con quien entabló una gran amistad.
Magdalena participó del 17 de Octubre y ese acontecimiento marcó su vida. Así lo narraba: “nunca había visto en mi vida esa cantidad fabulosas de cuadras y cuadras de gente… era un mundo de gente”.
En 1949, su amiga Delia Parodi, le presentó a Evita y la propuso como subdelegada censista del Partido Peronista Femenino en Capital. Un año después, Evita la trasladó a Chaco, que en ese entonces todavía era territorio nacional.
En las elecciones de 1951, Magdalena fue electa diputada nacional por la Provincia de Buenos Aires. Su labor parlamentaria estuvo vinculada al trabajo en las Comisiones de Justicia y Biblioteca.
Con el golpe de 1955, fue detenida e investigada bajo la carátula: “Asociación ilícita y traición a la Patria”. Cuando recuperó la libertad se incorporó a la Resistencia Peronista. En 1972, trabajó en la reorganización del Partido Peronista Femenino y tuvo participación en el tercer gobierno de Perón.
A partir del retorno de la democracia en 1983, Magdalena retomó su participación política y durante muchos años integró el Círculo de Legisladores de la Nación.